La figura más veterana dentro de la Iglesia Católica del Reino Unido renunció a raíz de denuncias de comportamiento inapropiado con sacerdotes tres décadas atrás.
El cardenal Keith O'Brien dejó su cargo como jefe de la Iglesia de Escocia y no se espera que viaje al Vaticano para participar en el cónclave para elegir al próximo Papa.
El clérigo va a desafiar las alegaciones formuladas por tres sacerdotes y un ex sacerdote.
El papa Benedicto XVI aceptó la renuncia inmediata del cardenal británico Keith O'Brien.
Según el corresponsal de asuntos religiosos de la BBC, Robert Pigott, el movimiento representa un duro golpe a la Iglesia Católica, que se enfrenta a acusaciones de corrupción y mala administración.
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