La desaparición de las cajas de ahorros, la nacionalización de algunos bancos o escándalos como el de las preferentes han provocado que en los últimos meses un número creciente de españoles se plantee la posibilidad de sacar todos sus ahorros de las entidades financieras y ponerlos a buen recaudo guardándolos debajo del colchón.
Esta es una opción en auge, pero ¿es legal? En principio no hay ningún impedimento para guardar fuera de un banco todo el efectivo que se desee y que se haya ganado de manera lícita. En pocas palabras, cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera.
Hasta ahí todo bien, o no tanto. Custodiar en casa nuestros ahorros puede convertirse en un quebradero de cabeza, y en un importante problema fiscal, si en algún momento decidimos volver a ingresar ese dinero, o una parte, de nuevo en un banco.
Así por ejemplo, “si una persona retira 100.000 € y pocos meses después ingresa la misma o similar cantidad, sería creíble que se trata del mismo dinero”, explica Del Campo Zafra. Sin embargo, si ese dinero permanece más tiempo escondido y no se va reflejando en ninguna declaración del Impuesto sobre el Patrimonio, Hacienda no tiene por qué creerse que es el mismo dinero y lo consideraría una ganancia patrimonial no justificada sujeta a un IRPF de hasta el 52%.
Para evitar esta desagradable situación, el abogado propone que quienes están decididos a custodiar sus ahorros vayan al notario para que prepare un acta notarial con fotocopias de los billetes, con su correspondiente numeración, y dé fe de que están en nuestro poder. Luego, cuando decidamos que el peligro ha pasado y deseemos volver a ingresarlo, deberemos volver al notario a realizar una nueva acta en el que se acredite que son los mismos billetes.
Otra opción es que el Banco del que retiramos el dinero nos certifique la numeración de los billetes que nos entregan, y que haga lo mismo el Banco en el que reingresamos el dinero algún tiempo después para acreditar que se trata del mismo dinero.
Un robo es el más frecuente de los peligros que conlleva el hecho de guardar el dinero en casa. Pero además, incendios, inundaciones, terremotos, o morir sin decir dónde estaba la "hucha" son otros riesgos frecuentes.
Es aconsejable, por tanto, para quien ya no confíe en el banco, no guardar todo el dinero en casa, sino solo lo necesario para hacer frente a los gastos corrientes durante un periodo aproximado de medio año. El resto, mejor depositarlo en una caja de seguridad en una entidad financiera.
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