Wert concede ayudas públicas a películas vistas en los cines por 282 personas



Yankuba es un documental del año 2010. Financiado con la colaboración de TV3, disecciona el día a día de los campamentos ilegales de inmigrantes instalados en la orilla del río Segre durante la temporada de cosecha. La producción fue vista en la salas de cine por 282 personas. Ciudad oculta, con la que comparte género, se sumerge en Villa 15, enclave bonaerense que los militares aislaron con un muro para esconderlo de los turistas durante el Mundial de Fútbol de 1978. Acudieron a verla 354 cinéfilos. Pese a su escasa audiencia, el Gobierno acaba de conceder a ambas películas subvenciones para su amortización. La primera sale a casi 320 euros de dinero público por espectador; la segunda supone 229 euros.
Según una resolución del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicada recientemente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ejecutivo ha concedido este año ayudas para sufragar la financiación de largometrajes por importe de 34,45 millones de euros. Aunque Yankuba y Ciudad oculta son los casos más extremos, hay otros ejemplos que reflejan la desafección entre fondos públicos e interés del público por las películas financiadas. Por ejemplo, recibieron subvenciones cintas de escaso recorrido como Cuidadores –que concitó en salas a 1.803 espectadores; Sin alma –vista por 2.396 personas-, Nagore –seleccionada por 4.883-, Retornos –con un seguimiento de 6.853 espectadores- o Elisa K –que fue elegida por 7.836-.
Un escenario que avala la necesidad de cambios en el sistema, en un momento en que las televisiones han elevado el tono de sus críticas al 5% que destinan de su facturación a la producción audiovisual. De hecho, la semana pasada se constituía la Comisión Mixta sobre el Modelo de Financiación del Cine, que buscará un pacto entre industria y Gobierno para modificar el actual statu quo. El presidente de los productores y uno de los promotores de la iniciativa, Pedro Pérez, negaba la mayor tras la primera reunión: “La Administración no se tiene que mover según el resultado de la taquilla, sino que tiene que poner unas reglas del juego iguales para todos y un modelo estable para poder planificar”.
El modelo en vigor reconoce dos tipos de ayudas a la amortización de largometrajes: una general y otra complementaria. La primera –de menor cuantía- es resultado de multiplicar el 15% del número de espectadores que vieron la cinta durante sus doce primeros meses de exhibición por el precio medio de la entrada. La segunda –más elevada en importe- se calcula multiplicando 10.000 euros por los puntos que obtenga la película en función de un sistema de méritos que establece la ley. Por ejemplo, se puntúa por la participación en festivales o por tratarse de una producción independiente o un documental. Eso sí, para esta segunda subvención se establecen algunos umbrales, como que el largometraje tenga un coste superior a dos millones de euros y haya sido visto al menos por 60.000 espectadores.
Antena 3, al copo
Bajo la aplicación de este sistema, la película que recibió la mayor subvención en 2012 fue Tres metros sobre el cielo, protagonizada por Mario Casas y María Valverde, que recibió dos millones de euros. El coste total de la cinta -sufragada por Antena 3, Charanga Films, Globo Media y Zeta Cinema- alcanzó los 5,74 millones de euros. Le siguen en recepción de ayudas públicas Balada triste de trompeta –de Castafiore Film y Tornasol Film-, con 1,68 millones, y un trío de largometrajes que se embolsó 1,5 millones de euros por película. Se trata de Conocerás al hombre de tus sueños –de Woody Allen, producida por Mediaproducción y Versátil Cinema-; Los ojos de Julia –Antena 3 y Rodar Cine y Televisión-, y Lope –Antena 3, El Toro Pictures e Ikuru Films-.
Como publicó El Confidencial, las televisiones quieren aprovechar la negociación abierta para que el Ejecutivo flexibilice el actual sistema y que, en años de vacas flacas, puedan aplazar la factura que abonan. La inversión obligatoria en cine español, una queja eterna de las privadas, dolía menos cuando en años como 2008 se embolsaban un beneficio neto conjunto cercano a los 375 millones de euros. Este año, sin embargo, pintan bastos. Hasta septiembre, Mediaset, Antena 3 y Digital+ –los principales operadores en abierto y de pago- no ganan juntos ni 100 millones de euros. Y según los datos agregados recopilados por la patronal del sector, las cadenas privadas tendrán que invertir por ley en largometrajes nacionales casi 90 millones durante 2012. Las cuentas no les salen.
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