El sobrino televisivo de Buenafuente llega con una obra que lleva interpretando (y revisando) desde hace 10 años. Sin miedo a encasillarse porque, avisa, "antes de salir en la tele casi no la representaba y mientras estaba en la tele tampoco". Ahora tiene tiempo para "monologuear" y cantar con la guitarra de Iván Lagarto.
¿Todavía se hace gracia a sí mismo después de 10 años con el mismo espectáculo?
Yo la verdad es que nunca me he hecho demasiada gracia a mí mismo porque yo creo que un cómico que se haga mucha gracia a sí mismo... malo. En cuanto te haces mucha gracia es que piensas que eres la leche y eso el primer síntoma de que estás un poquito acabado. Yo soy muy exigente con lo que hago y más que hacerme gracia, estoy obsesionado con lo que no hace gracia. Sí es cierto que después de tantos años, a veces estoy haciendo el monólogo y estoy pensando en lo que voy a hacer mañana.
Cantaba en la tele y canta también en este espectáculo. ¿Cuánto hay de cantante frustrado en Berto Romero?
Frustrado nada porque puedo cantar. Si no me dejaran... Yo no me considero un cantante, sino un cómico que también canta. Y esto que nos parece aquí muy raro es como la normalidad en otros países. Cuantas más cosas hagas mejor, bien. Nosotros no hemos inventado nada pero hemos convertido en marca esto del monólogo y música. La canción humorística es un género superantiguo, de toda la vida: Pajares y Esteso cantaban, las zarzuelas, la Trinca, los Luthiers... Lo que pasa es que desde que se impuso el monólogo este de un señor que viene a contar por qué los hombres no levantan la tapa del váter y tal parece que la gente entendió que un monologuista lo que hace es monologuear y no puede cantar.
¿Hay algún cantante que le haga gracia aunque él no lo pretenda?
(Ríe) No seas malo... No, no, no (ríe). Sería muy feo por mi parte, siendo yo un cantante limitado, que dijera ahora que me hace reír un cantante profesional. Tendría unos huevos como dos campanas. Siento mucho respeto por cualquiera que se sube a un escenario. Es una experiencia bastante 'heavy'.
Viendo lo que nos rodea últimamente, ¿cree que hemos alcanzado ya la apoteosis necia o aún hay espacio para seguir creciendo?
Esta es sin duda la pregunta del momento. Yo no lo sé... Creo que estamos a un paso de la apoteosis necia, si no estamos ya totalmente inmersos. No soy yo el más indicado para hacer un análisis sociopolítico de la situación pero a nadie se le escapa que esto parece un coche sin frenos que va hacia el precipicio. Yo sólo puedo intentar reírme y que la gente se ría. No puedo hacer más.
¿En estos tiempos nos reímos más o menos que antes?
Yo creo que la gente se ríe igual. Hay dos tipos de risa, la risa de cuando estás bien y la risa de cuando estás mal y te tienes que reír porque si no, revientas. Es muy necesaria.
¿Qué es más necio: disparar a una caricatura del Rey en la tele o querer españolizar a los niños catalanes desde el Gobierno?
Está bien que me hagas esa pregunta porque es un tema del que no he hablado. No me gusta mucho ponerme serio porque a mí cuando los humoristas se ponen serio me da mucha rabia, pero lo que me molesta mucho de la situación actual es lo fácilmente instrumentalizables que nos estamos convirtiendo todos los que tenemos cierta proyección. Y esto es malo para todos porque nos está obligando a todos a callarnos, que al final es lo que al sistema le interesa. Sobre el incidente este del tipo de las caricaturas, precisamente utilizar la palabra caricaturas me viene bien para hacer una reflexión. Todos nos llevamos las manos a la cabeza cuando oímos hablar de los islamistas que quieren cortarle el cuello a alguien que ha hecho una caricatura de Mahoma y aquí queremos cortarle el cuello metafóricamente a quien sea por un tema también de caricaturas. Estamos borrando mucho los márgenes de lo que es la ficción y la realidad, el humor, los artistas... Es muy peligroso cuando se habla de las líneas rojas que no se pueden cruzar. Yo voy a estar siempre por la libertad creativa de los artistas y si un artista es provocador, está bien que provoque y todos tenemos que ser consciente de que es un artista. Es mucho más peligroso cuando lo dice un político en una tertulia que cuando es un artista y estamos perdiendo esa claridad. Sin entrar en si me ha gustado o no lo que hizo este chico con las caricaturas (que además es amigo mio y es un buen tipo y, conociéndolo, creo que lo que hizo es bastante suave) yo seré el primero que defenderá que alguien en una tele nacional o en Telemadrid o Intereconomía se meta con un humorista o con un artista por unas declaraciones polémicas o porque haga una tontería como esta. Es que cuando le ponemos una mordaza a uno nos la estamos poniendo todos.
¿Es la tiranía de lo políticamente correcto?
Es la tiranía de lo políticamente correcto y la vía rápida para convertirnos a todos en gilipollas integrales. Esto de que no se puede hablar de determinadas cosas lo que hace es convertirnos a todos en unos 'cagaos' y nos lleva al desastre.
¿Y usted está 'cagao'?
Yo soy un tío muy moderado siempre e intento ser muy consciente de qué soy. Tengo claro que soy un cómico y es mi tarea. No me apetece demasiado liarla ni convertirme en un adalid de mis ideas políticas. Pero sí me doy cuenta de que muchas veces me corto simplemente por el miedo a que se me instrumentalice, se me convierta en un titular, un monigote, carne de tertulia... Y lo que me pasa a mí le pasa a muchos otros y me preocupa.
Como catalán, ¿ha decidido ya de quién quiere independizarse?
Yo vivo en Barcelona y las cosas allí son bastantes más relajadas de lo que pueda parecer en otras partes de España. Yo no he dado mi opinión porque nadie me la ha preguntado todavía. No me importa. Si quieres te lo cuento... Yo no soy independentista, no lo he sido nunca. Mi lengua materna es el castellano, mi familia es toda inmigrante y nunca he tenido el sentimiento independentista dentro. Cuando era joven y había manifestación independentista, recuerdo que me sentía un poquito mal. No me molaba. Pero sí que es verdad que lo que pasó el 11 de septiembre allí se ha vivido de una forma integradora. Yo no me he sentido atacado en ningún momento, no noto una sensación de ir contra España sino de 'miren, nos sentimos así y queremos expresarlo'. Luego los políticos catalanes también lo están instrumentalizando, lo llevan a su terreno, es muy complicado... Yo, no sintiéndome independentista catalán, también digo que España es algo que me encontré hecho cuando llegué. Nadie me ha preguntado nunca si me apetece o no. Y a todo el mundo en Cataluña le apetece dar su opinión y estoy francamente a favor de que la gente pueda expresarse. Que la gente vote y diga. Echo de menos un poquito de diálogo. Las posturas radicales me parecen contraproducentes. Al final, desde fuera de Cataluña se nos convierte a todos en un estereotipo y desde dentro se nos hace creer que el resto de España es otro estereotipo contra nosotros. Yo me paso el año viajando por toda España y tengo amigos en todos sitios y a mí una situación de conflicto me resulta traumática.
¿Han pensado los cómicos en denunciar a nuestros políticos por intrusismo laboral?
No. Y esta respuesta va a ser rápida. No, porque los políticos no hacen gracia.
¿Qué le hace gracia a usted?
Muchas cosas. Me río con la sorpresa, con lo raro, con lo especial, mucho con los niños, con el trabajo de otros humoristas... No soy de esos que dicen que les cuesta mucho reírse. Cuando me dicen eso pienso: joder, pobre, qué putada. Yo me río mucho.
Ahora que ya no sale en la tele, ¿qué ve en la tele?
Si te digo la verdad nunca he visto mucho la tele, ni cuando salía en ella. Soy mucho de ver series americanas y pelis, ficción. O veo las que hacen en la tele o me las compro en DVD o me las bajo por internet de forma ilegal y hago lo que puedo, mi propia programación. Pero cuando engancho un buen programa también lo veo. El otro día estuve hasta las tantas viendo 'La Voz' y me lo pasé muy bien, la verdad.
¿Para cuándo la vuelta a televisión?
A mi me viene bien parar un poco, poder hacer la función tranquilamente. Ahora estoy con Javier Ruiz Caldera que me ha dado un papelito en una comedia que se llama 'Tres bodas de más', colaborando con otros cómicos... Estoy sacando la cabeza un poquito porque todo el mundo me conocía pero yo no conocía a nadie. Supongo que para el año que viene, si todavía aguanta la sociedad occidental tal y como la conocemos, igual me planteo volver a hacer tele. Ahora no hay nada, con Andreu [Buenafuente] estoy preparando una función para el teatro.
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