Las excepciones del decreto ‘antidesahucios



Historia con final feliz. María del Pilar Honrado, de 65 años, se salva del desahucio. La fecha prevista era este miércoles, día 28, pero el banco ha parado el procedimiento. Su historia es la de miles de personas que sufren cada día esta situación: en 2008 su hija le pidió que avalara la hipoteca de su casa, en la localidad madrileña de Leganés, donde María del Pilar vive desde hace 40 años. La hija y su pareja no llegaron a pagar ni los seis primeros meses de cuotas del préstamo de 205.000 euros que les había concedido el banco Barclays. La deuda hoy asciende a 341.000 y Pilar, viuda con una pensión de mil euros, no puede hacer frente a ella.
Su caso, en principio, encaja en el perfil de familias vulnerables contemplado en el decreto ley de de medidas urgentes para reforzar la protección de deudores hipotecarios que este jueves convalida el Congreso de los Diputados: su renta no llega al mínimo de 1.597 euros al mes, vive sola y este piso es su única vivienda. Sin embargo, es avalista, no propietaria, y corre riesgo de que le quiten el piso. Intentó encontrar soluciones que, sin saberlo, podrían haber empeorado la situación. “Me parece un absurdo que hayan concedido un crédito de 38 años a la pareja de mi hija, que tenía 48 en aquel entonces. Yo fui a buscar uno para intentar pagar esta deuda, que no es mía, pero a esta edad ya nadie me da nada”, explica.
Después de hablar con dos abogados de oficio, y con el auxilio de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, organización que conoció a través de una asistente social de Leganés, empezó a vislumbrar una solución a su problema. “Cuando me enteré, ya habían subastado mi pisito, por 40.000 euros. Era casi imposible seguir aquí, pero yo estaba dispuesta a pagar un alquiler social si fuera necesario, solo para poder continuar viviendo en esta casa”, cuenta llorosa, aún sin creer que seguirá durmiendo allí las siguientes noches.

Cuando me enteré, ya habían subastado mi pisito, por 40.000 euros.


La buena noticia se la ha dado por teléfono su abogado, Mario Guimerans Iglesias. Cuando ya se preparaba para lo peor, Pilar recibió la llamada de la tranquilidad. No podía contener las lágrimas y sus piernas temblaban. Lleva meses en tratamiento psiquiátrico y su cuadro empeoró desde que recibió el aviso del banco, el 30 de diciembre de 2011. Según su informe clínico, sufre crisis de ansiedad y en varias ocasiones ha tenido ganas de suicidarse, “de quitarme de medio de todo esto, vamos”, añade. En su casa, ya vacía y casi sin muebles, le consolaban algunos vecinos que la han apoyado durante todo el proceso. Pilar se plantea el caso de otros afectados, con hijos pequeños, en paro y sin otro destino que la calle. Dice que en situaciones como esta, más allá de la presión psicológica, se deshacen también los lazos familiares. “Desde hace dos años no sé nada de mi hija, es lo que más me duele”, lamenta.
Fuente



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...